Es la extirpación de una pequeña muestra de tejido muscular para ser examinado.
Biopsia muscular
Este procedimiento normalmente se hace mientras uno está despierto. El médico aplicará un medicamento insensibilizador (anestesia local) en el área de la biopsia.
Hay dos tipos de biopsia de músculo:
Una biopsia por punción implica insertar una aguja dentro del músculo. Cuando se retira la aguja, queda un pequeño pedazo de tejido en la aguja, el cual se envía a un laboratorio para su análisis. Se puede necesitar más de una punción con aguja para obtener una muestra suficientemente grande.
Una biopsia abierta implica hacer una pequeña incisión en la piel y dentro del músculo. Luego, se retira el tejido muscular.
Por lo general, no se necesita ninguna preparación especial.
La molestia que se siente durante la biopsia es generalmente poca o ninguna, aunque se pueden experimentar sensaciones de presión o "tirón".
Cuando se inyecta la anestesia, se puede experimentar una sensación de ardor o una punzada (antes de insensibilizar el área) y, cuando desaparece el efecto de la anestesia, el área puede doler alrededor de una semana.
Una biopsia de músculo se puede realizar para identificar o detectar:
Una biopsia de músculo también se puede hacer para diferenciar entre trastornos nerviosos y musculares.
Un músculo que se ha lesionado recientemente, como por ejemplo por una aguja de EMG, o que está afectado por una afección preexistente como una compresión del nervio, no es una buena opción para una biopsia.
Un resultado normal significa que el músculo y la anatomía tisular conexa están normales. No se observan anomalías cuando la muestra de tejido se tiñe y se examina bajo un microscopio.
Una biopsia de músculo puede ayudar a diagnosticar las siguientes afecciones:
Otras afecciones bajo las cuales se puede realizar el examen, son:
Los riesgos son pequeños, pero pueden ser: